Es esencial contar con un plan de acción que se anticipe a los acontecimientos y un asesoramiento integral continuado en el tiempo para poder llevar a cabo acciones de carácter preventivo.

La clave para poder ayudar a las pequeñas y medianas empresas a continuar con su actividad profesional reside en que se ponga en su conocimiento las posibilidades que tienen y las herramientas con las que ejecutar los procedimientos que más se ajusten a su situación. Por ello, hemos identificado diez claves a tener en cuenta que ayuden a superar la actual crisis y mantener la solvencia de las compañías.
1. Anticiparse a los acontecimientos
Las empresas y sus administradores deben ser conscientes que una reacción temprana ante la crisis es fundamental para superar o minimizar los efectos de dicha crisis.
2. Hacer un diagnóstico adecuado de la situación
La confección de un plan de restructuración o de viabilidad, que cuente con el debido asesoramiento, es crítico para fijar los objetivos a alcanzar y las herramientas jurídicas, económicas y operativas a utilizar.
En este sentido se suele revisar toda la estructura de negocio departamento por departamento y toda la cadena de valor para ver en qué áreas se pueden realizar ajustes.
3. Optar por la vía de la refinanciación
Esta se puede llevar a cabo cuando exista un plan de viabilidad empresarial que permita estimar los ingresos y los gastos que confirme una liquidez suficiente para atender los compromisos del proceso.
El resultado de un proceso de refinanciación exitoso es la adaptación de la estructura de deuda de la compañía a la capacidad de generación de caja de esta, alterada por la situación actual.
4. Llegar al preconcurso
Mediante el preconcurso, comúnmente llamado “5bis”, se obtiene un periodo temporal de protección a la compañía durante el cual su patrimonio no puede ser atacado, de cara a obtener durante dicho periodo de tiempo un acuerdo con sus acreedores.
En este caso se protege a la empresa de embargos y ejecuciones, abriéndose un proceso de negociación con acreedores que permite que la empresa tenga una oportunidad para recuperarse.
5. Acuerdos de refinanciación homologados judicialmente
Esta herramienta permite evitar la entrada en concurso de acreedores si se alcanzan acuerdos con un número suficiente de éstos. Además, la homologación judicial hace extensivos los acuerdos a los acreedores que no se hubieran adherido a la propuesta.
La diferencia con la refinanciación común reside en el uso de un régimen de mayorías que, si se cumple, permite obligar a los acreedores no conformes con los términos de la refinanciación aceptados por la mayoría.
6. Utilizar el convenio anticipado
Se puede activar cuando la empresa no consiga alcanzar un acuerdo con todos los acreedores acerca de su refinanciación o reestructuración. Por ello, se puede plantear a los mayoritarios una propuesta de convenio de manera que se haga extensible al resto de acreedores los términos aprobados por la mayoría.
Se trata de permitir al deudor agotar todas las posibilidades de un acuerdo con sus acreedores antes de someterse al procedimiento concursal, cuya estructura podría ser un obstáculo para alcanzar esos convenios de una forma más rápida y ágil, evitando con ello la liquidación.
El deudor podrá presentar ante el juez la propuesta anticipada de convenio desde la solicitud de concurso voluntario o desde la declaración de concurso necesario y, en ambos casos, hasta la expiración del plazo de comunicación de créditos.
7. Aplicar el concurso
En caso de no alcanzar un acuerdo de refinanciación, mediante la declaración de concurso solicitado por la empresa, se obtiene una nueva posibilidad de reestructurar el pasivo de la compañía mediante un convenio con los acreedores de la misma.
El concurso de acreedores es un procedimiento judicial que se aplica cuando una empresa o empresario no puede hacer frente a sus deudas, declarando su insolvencia. Gracias al concurso, se garantiza que, entre otros, los trabajadores cobren los salarios pendientes.
En caso de que ya exista auto de declaración de concurso, podrás salir fácilmente de dudas, consultando la página web del Boletín Oficial del Estado y en la web del Registro Público Concursal.
8. Transmisión de la unidad productiva
Cuando la empresa tenga un plan de viabilidad razonable, se puede conservar la actividad empresarial a través de la transmisión de la unidad productiva aun cuando no se haya aprobado un acuerdo con los acreedores.
Dicha transmisión tiene una serie de ventajas, como son el mantenimiento de la actividad económica con la consecuencia de conservación de puestos de trabajo y la obtención de liquidez para el pago de los créditos concursales.
Normalmente se lleva a cabo la enajenación a través de subasta, salvo que esta quedara desierta o el Juez autorice la enajenación directa o a través de entidad especializada.
Cualquiera que sea el sistema de enajenación acordado se abrirá un plazo de presentación de ofertas, indicándose por la administración concursal los gastos realizados con cargo a la masa activa para la conservación en funcionamiento de la actividad del conjunto de la empresa o de la unidad o unidades productivas objeto de enajenación, así como los gastos previsibles hasta la adjudicación definitiva.
9. Impulsar el ERTE
Este es una autorización temporal para suspender temporalmente uno o varios contratos de trabajo de una empresa, durante un tiempo determinado.
La compañía queda exenta de pagar a los trabajadores afectados por el expediente, aunque continúan manteniendo una relación contractual. Un ERTE se puede poner en marcha por causas económicas, técnicas, organizativas, de producción o de fuerza mayor.
10. Definir el Expediente de Regulación de Empleo (ERE)
Este es un mecanismo legal a través del cual una empresa que se encuentra en serios problemas económicos puede prescindir de sus trabajadores. Estos despidos se pueden justificar por causas económicas, organizativas, técnicas o de producción.